Una masacre para no olvidar



  

El último jueves Telmo Hurtado, ex teniente del ejército peruano, fue extraditado desde EE.UU para ser juzgado por la Masacre de Accomarca ocurrida en 1985, en donde 69 comuneros, entre ellos niños, mujeres y adultos fueran asesinados durante el plan ‘’Operativo Huancayoc”.

El vuelo aterrizó en suelo peruano al promediar las nueve de la noche y bajo fuertes medidas de seguridad fue trasladado a las oficinas de requisitorias de la policía, el día viernes fue traslado al penal de máxima seguridad Miguel Castro Castro. El lunes empezará el proceso penal en su contra, donde la fiscalía busca condenarlo a 25 años de prisión por la masacre en Accomarca.

¿Qué hizo Telmo Hurtado?

El 14 de agosto de 1985 una patrulla militar al mando de Telmo Hurtado y del teniente Juan Rivera Rondón, llegó al pueblo de Accomarca en Ayacucho en un operativo militar, según ellos los pobladores de la zona pertenecían o ayudaban a los terroristas de sendero luminoso. Al lugar llegaron haciendo disparos para evitar la fuga de los pobladores, luego ingresaron choza por choza para conducirlos a una pampa donde supuestamente se llevaría a cabo una reunión.

A pesar de que ningún enfrentamiento ocurrió, los efectivos de la fuerzas armadas actuaron violentamente contra de los pobladores, asesinando a varios de ellos dentro de sus casas. Incluso utilizaron perros para buscar material subversivo pero nunca lograron encontrar nada que los relacionará a sendero luminoso. Cuando tuvieron a todos los pobladores reunidos en la zona de Hatunpampa, hombres, mujeres y niños fueron separados. Los hombres fueron maltratados y golpeados con los fusiles, las mujeres fueron arrastradas a la zona de chacra donde fueron violadas sexualmente.

Luego reunieron a todos los pobladores y los metieron en tres chozas, una vez que todos estuvieron dentro de las casas, el subteniente Telmo Hurtado ordenó a las tropas disparar contra ellos, él mismo lanzó una granada para evitar que hubiera algún sobreviviente, luego quemaron las chozas para evitar que quedara alguna prueba del delito. Toda persona que sobreviviera y fuera encontrada era asesinada a sangre fría.

En setiembre del mismo año, se formó una comisión investigadora presidida por Fernando Olivera, y a su llegada al pueblo de Acomarca encontró los cuerpos de las personas asesinadas, interrogaron al subteniente Telmo Hurtado quien no solo confesó los crímenes sino que buscó justificarlos: ‘’Según mi decisión que yo he tomado- agregó- yo la considero correcta. Según el punto de vista de ustedes y lo que están pensando en estos momentos, lo van a tomar de otra manera. Ustedes no viven las acciones de guerra que nosotros vivimos acá. No tienen experiencia, ni ven las situaciones que nosotros pasamos acá… Nosotros tenemos que realizar esas cosas por ustedes’’. Es por esto que se ganó el apelativo de ‘’El carnicero de los Andes’’.

 A pesar de las  pruebas en 1992 fue absuelto del delito de homicidio y  lo condenan a seis años por abuso de autoridad y negligencia, solo es sentenciado por haber omitido la muerte de las personas y no por los asesinatos, ni las violaciones, ni las torturas, pero en el año 1995 recupera su libertad gracias a la amnistía general del gobierno fujimorista.

En 1999 la prensa descubre que aun era parte del ejército peruano y había sido ascendido a mayor, debido al escándalo es destituido durante el gobierno de Alberto Fujimori y en el año 2001 la Comisión por la verdad y de la Reconciliación vuelve a investigar el caso y Telmo Hurtado huye a Estados Unidos.

Para el año 2005 se emite un pedido de captura internacional, en el 2007 es detenido por violar las leyes migratorias de los Estado Unidos  y se pide formalmente su extradición.

En mayo del 2009 se aceptó su extradición pero debido a las distintas apelaciones y habeas corpus no se pudo realizar hasta el día de hoy.

Su extradición es muy importante ya que su testimonio podría revelar a los demás involucrados en el caso y si algún alto mando del gobierno fue quien dio la orden de asesinar a pobladores inocentes. Incluso la abogada de los familiares de las víctimas, Karin Ninaquispe ha pedido que se involucre al presidente Alan García en la investigación, ya que según su criterio el  presidente durante su primer gobierno encubrió a los militares involucrados en el asesinato.

Aproximadamente 30 niños y 27 mujeres fueron asesinados ese día, y aunque este no es el único caso, se debe repudiar la sangre fría con la que estos militares actuaron asesinando a pobladores inocentes. Ahora solo nos queda esperar que los responsables, muchos de ellos ya detenidos, sean encarcelados y pagues por delitos tan atroces.