El cortometraje La Isla de las flores demuestra que a pesar del desarrollo, la capacidad mental del hombre y su libertad aun hay muchos que incluso son tratados peor que los animales, viviendo junto a la basura y comiendo de las sobras; situaciones que aun son reales no solo en Brasil, uno de los países más desarrollados de la región, sino que también sucede en cualquier parte del mundo, sobretodo en países de grandes desigualdades como el Perú.Perú, país admirado y envidiado por muchos otros, con un desarrollo económico que nos hace crecer en tiempos de recesión pero donde muchos aun no sienten este crecimiento, incluso viven mucho peor que antes. Las personas buscan un cambio real y no solo que quede en palabras y al parecer así lo dieron a conocer en las últimas elecciones, donde ellos decidieron al ganador, uno que nadie esperaba, que los ricos no esperaban.
En las calles podemos ver a niños vendiendo caramelos o mujeres que suben a los carros a cantar para ganar algo de dinero. Aun hay personas en extrema pobreza que no tienen ni para comer pero que escuchan de un desarrollo como si fuera un sueño inalcanzable.
La pobreza y la desigualdad han hecho mucho daño en el país, pero no desaparecerán hasta que se tomen medidas reales para que el desarrollo y bonanza económica llegue a todos y no solo a los que concentran el poder, solo ahí donde haya inclusión y se forme un país para todos, algunos ya no serán tratados peor que animales.
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