El asesino identificado como José García Ramírez (45) trabajaba como taxista y luego de dejar a la joven madre María Pizarro Cóndor (25) a la altura de la cuadra siete de la avenida Francisco Pizarro, la arroyó mientras se disponía a cruzar la avenida con su pequeño hijo en brazos.
Este caso no tendría nada de inusual si no fuera porque el taxista se debuto para recoger los zapatos del menor, hecho que dio tiempo a los testigos para apuntar la placa 66-16-JEP del taxi que manejaba y permitió que se le detuviera en su vivienda de la avenida Alfonso Ugarte a la altura de la cuadra cuatro.
Dentro de su auto se encontraron nueve zapatos de otros menores que colocaba como adornos. Y según investigación policial y luego por la propia confesión del taxista, él los asesinaba y luego tomaba sus zapatos como recuerdo. El asesino en serie vivía solo y según sus vecinos era muy amable pero muy reservado y siempre llevaba puestas unas zapatillas amarillas fosforescentes.
Esta historia ficticia parece ser el argumento del cortometraje Zapatitos, ganador como el mejor Cortometraje, Diosa de Plata México 2008 y de la mención especial a la mejor dirección de cortometraje en el Festival Iberoamericano de cine de Huelva, España.
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