sábado, 20 de agosto de 2011

Drogas mortales

“Todo tiene un límite” parece ser lo que llevó a un hombre de 74 años, en Costa Rica, a rociar gasolina a su hijo al descubrirlo consumiendo drogas, para luego prenderle fuego, causándole graves quemaduras en más del 60 % de su cuerpo.

Vecinos denunciaron el hecho luego de ver a Marco Antonio Vesco Vargas, de 38 años, salir de su casa ardiendo en llamas. El hombre corrió 25 metros hasta llegar a un templo en donde fue auxiliado. Luego fue trasladado al hospital de la capital ya que presentaba quemaduras en la cara, brazos y tórax.
Al parecer el padre, de origen italiano, se cansó de los problemas que la drogadicción de su hijo había provocado dentro de su hogar. Incluso robó a su propia familia para tener dinero y comprar drogas.
El padre de la víctima, aún sin identificar, permaneció en la casa por varias horas y luego se entregó pacíficamente a la policía; enfrentaría una denuncia por intento de homicidio.

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