¿Crimen eterno?

Todo el país fue testigo cuando la vida de dos jóvenes hermanos cambió para siempre cuando su madre, una exitosa empresaria judía fue asesinada en su dormitorio mientras descansaba en horas de la madrugada, pero lo que más impactó a todos fue cuando los hermanos comenzaron a acusarse uno al otro por la autoría del crimen.

El 15 de agosto del 2006, Miriam Fefer Salleres empresaria de 50 años fue asesinada alrededor de las 3 de la madrugada, mientras descansaba en su dormitorio, a manos del sicario colombiano Hugo Trujillo Ospina, quién la estranguló con un cable de computadora en su residencia de San Isidro.

El cuerpo ensangrentado fue encontrado tirado a un lado de la cama, su piyama cubierto de sangre estaba en su cama, su cuello presentaba dos surcos morados dejados por el cable de la computadora que usó el asesino. Sus hijos Ariel y Eva Bracamonte Fefer de 17 y 18 años respectivamente, se encontraban durmiendo en los cuartos del segundo piso.

En un principio, se sospechaba de su círculo más cercano, porque tenía tantos amigos como enemigos, incluso su propia familia fue acusada, ya que mantenía una disputa con los hermanos de su padre por una herencia de este; ellos la acusaban de querer asesinar a su padre para quedarse con la herencia, incluso su padre llegó a cambiar su testamento antes de morir, desheredándola y dejándole su parte a su hija Eva, con una solo condición: que permitiera vivir a su madre en la residencia de San Isidro. Sus hijos también fueron sospechosos, ya que al día siguiente de la muerte de su madre, dos amigos cercanos a los hermanos llegaron con sus pertenencias a la casa para quedarse y disponer de las propiedades de la familia.

En febrero del 2009, según información policial proveniente de la ciudad de salta Argentina, Hugo Trujillo Ospina habría contado que en el 2006 asesinó a la acaudalada empresaria peruana, esta información recogida por los medios de comunicación llevó a la policía a pedir una muestra de ADN del colombiano.

El 24 de julio del 2009 se confirmó que las muestras de sangre y cabellos encontrados en la escena del crimen pertenecían a Trujillo Ospina. En esos momentos ya se sospechaba que la hija, Eva Bracamonte, había contratado al sicario para que asesine a su madre por sus constantes disputas por la herencia que le dejo su abuelo.

Ariel Bracamonte se volvió el principal acusador de su propia hermana y pedía constantemente que se le investigara a ella y a su pareja  Liliana Castro Manarelli, y en efectó lo consiguió. En agosto del mismo año el fiscal Fidel Castro denunció penalmente a las dos jóvenes y al sicario colombiano por el asesinato de Miryam Fefer.

En una de sus declaraciones, Eva Bracamonte confiesa estar aterrada por la idea de ser encarcelada y se declara inocente del  crimen. El 8 de setiembre del 2009 se ordena la detención de la hija de la empresaria y la de Liliana Castro Manarelli, también se ordena tramitar la extradición del Hugo Trujillo Ospina. Al día siguiente ambas jóvenes fueron trasladadas al penal de mujeres de Chorrillos.

Han pasado casi seis años del crimen y aun no se puede determinar quién es el autor intelectual del asesinato de la empresaria Miryam Fefer, su hija Eva sigue encarcelada junto a su amiga Liliana Castro Manarelli proclamando su inocencia y pidiendo que ser liberada por la falta de pruebas en su contra.

Ariel Bracamonte mostró su lado más vulnerable al estar junto a su hermana y al sicario Hugo Trujillo Ospina en la reconstrucción del crimen, declaró que era muy difícil estar al lado del asesino de su madre. Al finalizar la diligencia no pudo más y se desmayó a las afueras del que fuera su hogar durante 17 años, rompió en llanto al recordar a su madre. En las últimas semanas se unió al programa El Gran Show, sorprendiendo a más de uno, en el programa baila todos los sábados en busca de cumplir un sueño.Ante las críticas ha dicho que tiene derecho a divertirse como todo joven de su edad, quiere demostrar que hay mucho más de él y que no dejará de luchar para que los culpables del asesinato de su madre respondan ante la justicia.

En las últimas semanas se ha involucrado a July Naters, quién en unos audios chuponeados por orden del juez, se comunica con la Eva Bracamonte y al parecer tendría conocimiento de los actos de corrupción cometidos por la acusada dentro del penal.