Cuando nos tocó escribir sobre una buena o mala experiencia, no sabía sobre que escribir, creo que aún no me ha pasado algo que pueda resaltar como mi mejor experiencia o que haya sido lo peor que me haya pasado, pero algo que vi en la última semana y me sorprendió y me gustaría comentar es que mientras me dirigía a la universidad vi a una mujer en muletas que se transportaba en una combi y tenía una pequeña niña, que no parecía tener más de 5 años, lo más me asombró fue verla subir ella solo al carro, ya el cobrador no fue muy inteligente de ayudarla a subir, aunque si se encargo de ayudarla con su pequeña niña.
Cuando llego a su destino, volvió a hacer lo mismo, bajar ella sola apoyándose solo de una de sus muletas mientras el cobrador la esperaba con su pequeña en la vereda, el carro tuvo que seguir con su camino pero me preguntaba como haría para transportarla ella sola por esa zona tan transitada, ni siquiera podía llevarla de la mano.
Mientras algunos nos quejamos de cosas absurdas hay otras personas que si tienen razones para pedir ayuda pero aun así prefieren hacerlo solos, pero eso no quiere decir que no necesiten nuestra ayuda, no podemos hacernos de la vista gorda con las personas que realmente necesitan nuestro apoyo.
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